Licorera o decantador con forma de guitarra realizada en cerámica de Vallauris, en el siglo XX, en Francia. Extraordinario acabado de su esmaltado, en tonos orgánicos, tierra y anaranjado, muy típico de los años 70, donde se combinan dos técnicas diferentes: un esmaltado brillante y el lava glaze. Este resultado recuerda precisamente a lava seca, aunque en ocasiones también se apunta a la espuma de mar con sus burbujas blancas.  

Esta técnica fue muy utilizada por ceramistas de esta región, como Jean Gerbino, Roger Capron, Robert Picault y otros artistas vinculados a la École de Vallauris. Sin embargo, fue en Alemania, en el mismo periodo, donde alcanzó su gran apogeo, denominándose "Fat Lava".  Este estilo de cerámica alemana presenta esmaltes gruesos, texturizados y volcánicos, sin embargo, se empleaban otros tipos de tonos más intensos, como el cian o el rojo. 

Sobre la cerámica de Vallauris 

Situada en sureste de Francia, en la Costa Azul, cerca de Cannes, Vallauris, desde la época galo-romana ha destacado como centro alfarero gracias a la cerámica culinaria y a la resistencia de este material a las altas temperaturas. Sin embargo, experimentó un gran crecimiento a mediados del siglo XIX gracias a la llegada del ferrocarril. Terminó por consagrarse como foco cerámico con la llegada de los pintores post impresionistas y modernos, como Chagall o Picasso (en 1947), quienes buscaban en lo oriental y lo primitivo su fuente de inspiración. En estos momentos surge, entonces, las grandes fábricas, y con ellas, una verdadera organización industrial y comercial en cuanto a la producción de cerámica, centrándose no sólo en la utilidad de los enseres si no en su potencial artístico.